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Trastornos de la conducta alimentaria
¿Qué son los trastornos de conducta alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades mentales que afectan la forma en que una persona piensa, siente y se comporta con respecto a la comida y su cuerpo.
La edad de inicio del problema suele ser entre los 12 y los 25 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
Causas de los trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria son causados por una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales:
Se ha descubierto que los trastornos de alimentación pueden tener un componente genético, lo que significa que algunas personas pueden tener una mayor predisposición a desarrollarlos debido a la genética heredada.
Los trastornos de la conducta alimentaria a menudo están relacionados con la baja autoestima, la insatisfacción con la imagen corporal, el perfeccionismo y las dificultades para manejar emociones y estrés. Las personas que experimentan depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad u otros problemas de salud mental, también pueden tener un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de alimentación.
La presión de los estándares de belleza idealizados y las normas culturales que promueven la delgadez extrema pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de los trastornos de la conducta alimentaria. Los mensajes y las imágenes que se encuentran en los medios de comunicación y en las redes sociales a menudo enfatizan la importancia de la apariencia física y pueden desencadenar conductas de alimentación desordenada.
Experiencias traumáticas como el abuso físico o sexual, el bullying o la discriminación, pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria.
Las personas con ciertos rasgos de personalidad, como ser perfeccionistas o tener una tendencia a preocuparse demasiado, podrían tener un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad.
Síntomas de los trastornos de alimentación
Los síntomas de los trastornos de alimentación pueden variar dependiendo del tipo de trastorno. los síntomas más comunes de los trastornos de alimentación más conocidos:
- Restricción extrema de la ingesta de alimentos, a menudo resultando en una pérdida de peso significativa.
- Miedo intenso a ganar peso o a engordar, a pesar de estar por debajo del peso normal.
- Distorsión de la imagen corporal, donde la persona se ve a sí misma como más grande de lo que realmente es.
- Excesiva preocupación por la comida, las calorías, el peso y el ejercicio.
- Ausencia de la menstruación en las mujeres (amenorrea).
- Fatiga, debilidad, problemas de concentración y resistencia al frío.
- Episodios recurrentes de atracones de comida, caracterizados por una sensación de pérdida de control sobre la cantidad de comida consumida.
- Obsesión con el peso y la forma corporal.
- Sentimientos de culpa, vergüenza y disgusto hacia uno mismo después de un episodio de atracón.
- Cambios en los dientes y la garganta debido al vómito frecuente.
- Dolor de estómago, hinchazón y problemas gastrointestinales.
- Episodios recurrentes de atracones de comida, caracterizados por una sensación de pérdida de control sobre la cantidad de comida consumida.
- Comer rápidamente y hasta sentirse incómodo o físicamente lleno.
- Sentimientos de culpa, vergüenza y disgusto hacia uno mismo después de un episodio de atracón.
- Comer en secreto o en ausencia de hambre física.
- Preocupación por la alimentación y el peso.
Tratamiento de los trastornos de alimentación
El tratamiento de los trastornos de alimentación generalmente implica la colaboración de un equipo multidisciplinario que incluye profesionales de la salud mental, nutricionistas y médicos.
El objetivo del tratamiento es abordar tanto los aspectos físicos como los psicológicos de la enfermedad y fomentar una relación saludable con la comida y el cuerpo.
