Hace un tiempo terminé de leer un libro de más de 400 páginas dedicado a los niños con altas capacidades. La lectura de ese manual viene a sumarse otros tantos manuales y guías que he leído sobre el tema y algunos cursos y congresos a los que he asistido.
Podemos hablar de altas capacidades, sobredotación, superdotados, talentosos… mi experiencia personal es que generar términos no ayuda, sino que complica más las cosas. Creo que todos sabemos de lo que estamos hablando.
Se pueden decir muchas cosas sobre el tema: puedo decir que sigue siendo mucho más lo que ignoro sobre este tipo de alumnado que lo que conozco. En todo caso, quiero compartir a lo largo de dos entradas diez ideas clave que tengo sobre el tema.
1º. El cociente intelectual es clave, pero no definitivo
Un primer criterio diagnóstico es el rendimiento intelectual medido en términos de Cociente Intelectual. Se habla que debe ser superior a 130(dos desviaciones típicas de la media). Es una referencia necesaria. Sin embargo, también queda claro que el CI, siendo casi imprescindible, no es definitivo para hablar de alumnado con altas capacidades.
2º. La clave puede estar en la creatividad
Junto con un rendimiento intelectual significativamente superior al promedio y una gran capacidad de trabajo (entendido como afán de logro y alta dedicación a la tarea), el alto nivel de creatividad puede ser el criterio definitivo de un alumno con sobredotación intelectual.
Si definir la creatividad es bien complicado, intentar medirla se lo pueden imaginar.
Mi experiencia como evaluador es que los instrumentos disponibles siguen siendo muy limitados y seguro que siguen produciendo un porcentaje peligroso de falsos positivos y falsos negativos.
Sin embargo, cuando un niño es realmente creativo, muy creativo, es difícil que se nos escape si somos mínimamente observadores.
3º. La respuesta educativa que reciben es insuficiente
Salvo honrosas excepciones que siempre las hay, mi experiencia es que los niños superdotados no reciben la respuesta educativa adecuada: no respondemos a sus necesidades. Hay una tendencia natural a intentar volcarnos con los más débiles, con los que tienen dificultades, pero aunque parezca difícil de asumir, el alumnado con altas capacidades también tiene unas necesidades especiales.
4º. Los profesionales no estamos preparados
En términos globales los profesionales que trabajamos en la escuela (maestros, profesores, directivos, orientadores…) no estamos preparados para afrontar con un mínimo de calidad la respuesta educativa a este alumnado. La formación inicial es muy deficitaria en este aspecto.
Hay un gran desconocimiento sobre este tema: sobre el diagnóstico, las características y sobre la respuesta educativa. A veces, parece quetampoco hay interés por informarse.
El problema de la ignorancia es que es osada y que en este campo, existen muchos mitos, ideas falsas, esteoritipos de lo que son las altas capacidades y de cómo es un niño superdotado.
5º. La flexibilización
Es una de las medidas que se adopta con estos niños. Generalmente por iniciativa de las familias.
Siguen existiendo muchas dificultades y trabas burocráticas para llevarla a cabo. Aparentemente es la más cómoda, pero la flexibilización no es solo cambiar al alumno de clase y curso.
Tiene pros y también tiene puntos débiles. A este respecto los testimonios que he conocido de familias sobre los inconvenientes que se encontraron cuando se produjo la flexibilización es para pensárselo muy bien. En cualquier caso es una opción disponible que siempre hay que considerar y valorar.
Resumiendo, las cinco primeras ideas clave sobre la sobredotación intelectual son:
- El cociente intelectual es clave, pero no definitivo
- La clave puede estar en la creatividad.
- La respuesta educativa que reciben es insuficiente.
- Los profesionales no estamos preparados.
- La flexibilización.
CONTINUARÁ…
Post de Jesús Jarque (www.jesusjarque.com)