Diversidad funcional

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¿Qué es la diversidad funcional?

La diversidad funcional se refiere a la variabilidad de habilidades y capacidades que tienen los niños en diferentes aspectos de su funcionamiento: desarrollo cognitivo, emocional, social y conductual.

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Las altas capacidades, también conocidas como superdotación intelectual, se refieren a un nivel excepcionalmente elevado de habilidades cognitivas y creativas en comparación con la población general. Los niños con altas capacidades muestran un rendimiento intelectual significativamente superior en áreas como el razonamiento, la resolución de problemas, la memoria, la creatividad y el aprendizaje.

Es esencial comprender que la superdotación no se limita únicamente a la inteligencia académica; también puede manifestarse en talentos artísticos, habilidades sociales o emocionales avanzadas, entre otras áreas. Los niños con altas capacidades a menudo tienen un pensamiento abstracto y una capacidad para aprender de manera rápida y profunda.

Trabajar con individuos de altas capacidades implica reconocer y apoyar sus necesidades específicas ya que  pueden enfrentar desafíos relacionados con la adaptación social, la gestión emocional y la búsqueda de un entorno educativo que satisfaga su sed de conocimiento y estimule su desarrollo.

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Discapacidad intelectual

La discapacidad intelectual se refiere a limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa. Este trastorno se manifiesta durante el período de desarrollo y se caracteriza por un rendimiento intelectual general que está por debajo del promedio, junto con dificultades en áreas como la comunicación, la autodirección y las habilidades sociales.

Los criterios para diagnosticar la discapacidad intelectual incluyen:

  1. Funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media
  2. Limitaciones en la conducta adaptativa: Esto abarca habilidades prácticas necesarias para la vida diaria, como la comunicación, la higiene personal, la seguridad y la interacción social.

Trabajar con personas con discapacidad intelectual implica diseñar estrategias de intervención adaptativas y personalizadas. El enfoque se centra en el apoyo para el desarrollo de habilidades adaptativas, la promoción de la autonomía y la mejora de la calidad de vida.

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