A lo largo de los años, las dificultades del aprendizaje de la lectura han recibido distintas denominaciones, siendo las más utilizadas las de dislexia especifica de evolución y la de dislexia adquirida. También ha sido muy común el uso del término dislexia como sinónimo de todo tipo de dificultades de aprendizaje del lenguaje escrito o algún problema en el aprendizaje de la lectura.
El utilizar el término dislexia de una manera tan amplia resulta, aparte de inadecuado, peligroso para todos aquellos niños que puedan presentar algún problema en el aprendizaje del lenguaje escrito.
Resulta complejo dar una definición global de la dislexia que englobe todos los subtipos que existen y atienda a las características específicas de cada una de ellas.
Por ello, entenderemos a partir de este momento, que un niño que consideramos que presenta una dificultad de tipo disléxica es aquel que presenta una inteligencia general normal y que, a pesar de pertenecer a un medioambiente no distorsionador en lo que respecta a las pautas de estimulación del lenguaje dadas al niño y que habiéndosele enseñado a leer de la forma habitual, presenta determinados síntomas de ciertos déficits neuropsicolinguísticos, que afectan a su lectura y escritura produciéndose numerosos errores que dificultan su comprensión.
La mayoría de los síntomas que aparecen en los niños disléxicos coinciden con los que aparecen en el resto de los problemas de aprendizaje del lenguaje escrito, pero existe una serie de síntomas de la dislexia que no se dan en otros tipos de dificultades de aprendizaje: pueden presentar rendimientos bajos en pruebas neuropsicológicas de estructuración espacial (lateralidad y orientación espacial), de tipo rítmico-temporal y de discriminación auditivo-fonemática, pudiendo aparecer estas dificultades aisladas o de forma combinada.
Entendiendo que un correcto diagnóstico es prioritario, debemos tener en cuenta todos los síntomas o errores que pueden ayudarnos a diagnosticar una posible dificultad de tipo disléxico:
- Confusión de letras, números, palabras, secuencias, o explicaciones verbales.
- Repeticiones, adiciones, transposiciones, omisiones, substituciones y reversión de letras, números y/o palabras al leer o escribir.
- Dificultades en la segmentación fonológica.
- Dificultades en la compresión lectora.
- Ortografía fonética e inconstante.
- Dificultades en el lenguaje oral: frases incompletas, mala pronunciación de palabras largas, trasposición de frases, palabras y silabas.
- Problema con la escritura y el copiado.
- Dificultades en habilidades motoras finas y gruesas.
- Dificultad con los problemas matemáticos escritos, el algebra o las matemáticas avanzadas.
- Dificultades para discriminar izquierda y derecha.
- Dificultades en la organización y procesamiento de la información.
- Falta de atención, problemas de concentración y memoria.
- Bloqueos emocionales.
Durante la fase de diagnóstico es necesario comprobar si existen problemas psicolingüísticos, referidos a la conciencia lingüística y a la claridad cognitiva y de los procesos de memorización a corto plazo. Se debe evaluar el nivel lector y evaluar los errores lectores y escritos cometidos. Una vez analizada dicha información se pasan pruebas de tipo viso-espacial, auditivo-vocal y perceptivo motriz, para completar la evaluación de las dificultades existentes y poder realizar un diagnostico diferencial adecuado.
En cuanto al tratamiento debemos tener en cuenta que no existe un tratamiento único para todos los casos de dislexia, al contrario el tratamiento debe ser individualizado, acorde a las características específicas de cada sujeto.
En el tratamiento rehabilitador debe tratarse los problemas psicolinguisticos de base, utilizando programas destinados a mejorar su conciencia lingüística y su claridad cognitiva, debemos propiciar el empleo de los modos de procesamiento que son deficitarios.
Siempre que sea posible, resulta adecuado que exista un intercambio de información entre el profesor, el terapeuta y la familia, ya que de esta manera el tratamiento será adaptado y adecuado para el niño en todos los ámbitos de su desarrollo.
Graña Saúde