Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDHA)

El Trastorno por Déficit de Atención e  Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes  en edad escolar ya que afecta al 5% del  total de los niños escolarizados y es frecuente en adolescentes y adultos.  Además de todas las consideraciones a nivel emocional y social el TDAH es la causa más frecuente de fracaso  escolar.

 

El  origen del TDAH está en una alteración de los circuitos cerebrales que conllevan  las siguientes características neuropsicológicas: dificultades para inhibir los impulsos y  controlar las distracciones así como mayor complejidad para tareas relacionadas  con la planificación y la memoria de trabajo. Los niños con TDAH tienen dificultades en predecir las consecuencias  de sus actos, sienten impaciencia  excesiva en las esperas y necesitan  que sus recompensas sean con carácter inmediato. Por otra parte su percepción y manejo del tiempo presenta  también alteraciones.

Todas  estas características  conllevan  unos comportamientos tipo en los  niños que padecen este trastorno:

  • Se distraen fácilmente por lo que no  son capaces de mantener su atención, lo que les lleva a ser olvidadizos y  desorganizados.
  • Hablan  con un tono que muchas veces resulta molesto para la mayoría e interrumpen, por su falta de  autocontrol, conversaciones ajenas continuamente.
  • Tienen  problemas para realizar la mayor parte de los trabajos y en ocasiones con  grandes errores debido a su dificultad  para escuchar y seguir instrucciones.
  • Problema  a la hora de mantenerse quietos y relajados en un lugar,  lo que perturba su trabajo y el de los demás a nivel aula así como cualquier  otro trabajo en grupo.

Todo  lo anteriormente expuesto les hace ser, en la mayoría de los casos, impopulares a nivel grupo ya que su  comportamiento resulta imprevisible y a menudo pueden llegar a ser para los  propios compañeros irritantes y  estresantes. Esta situación conlleva a que los niños TDAH presenten problemas de autoestima, su valoración  personal es baja ya que no son comprendidos a nivel grupo al tiempo que por su  excesiva energía resultan cansados para  los adultos y reciben regañinas por comportamientos que ellos mismos no desean  pero que se ven incapaces de controlar.

 

Desde el Centro Graña Saude en Vigo recomendamos una serie de pautas  que pueden ayudar a trabajar con el niño en el aula:

  • Debe  estar sentado cerca de la mesa del profe y en lugares donde las distracciones  sean menores (lejos de ventanas, puertas…), es interesante que el compañero de  mesa sea de carácter tranquilo. Es más productivo el trabajo en parejas que en  grupos (no debemos descartar el posicionarlo en una mesa  individual)
  • El  profesor debe posicionarse en un lugar donde cada cierto tiempo (breve) pueda  mantener el contacto visual.
  • Las  reglas de clase deben definirse claramente y estas deben ser pocas, breves y  sencillas. Las repetiremos en numerosas ocasiones y le pediremos al niño que las  recuerde con nosotros para ayudar a su interiorización.
  • Explicar  cuando comenzamos una tarea y cuando la acabamos buscando situar al niño en el  tiempo así como anticiparnos a cualquier cambio de rutina de manera que esté  preparado y no le coja por sorpresa y así no lo  desestabilice.
  • Es  fundamental seguir una rutina y que el niño la conozca para que participe de  manera activa en ella, cualquier comentario que se salga de lo que estamos  trabajando en el aula lo debemos dejar para una vez que finalicemos dicha tarea  para no incentivar la distracción y aumentar los tiempos de  atención.
  • Utilizar  la agenda para establecer las tareas y facilitar la comunicación entre el  colegio y la familia, hecho que se plantea como de máxima importancia para  paliar las dificultades de los niños con TDAH.
  • Hacer  pausas y descansos cortos de manera periódica ya que son niños que pierden  pronto la motivación y se cansan con más facilidad, también es interesante dar  toques de atención en dónde comprobemos que el niño mantiene la atención, al  mismo tiempo lo estamos centrando en la tarea.
  • Evitar  que la mayor parte de los procesos de enseñanza sean por vía oral buscando  métodos más novedosos que motiven y reclamen su atención. Combinar las  instrucciones verbales con otras visuales o auditivas.
  • Encargarle  al niño pequeñas tareas que lo lleven a moverse de su  sitio.
  • Dar  más tiempo para finalizar las tareas y si es necesario cambiar los formatos de  examen, en estos podemos pautarle un tiempo para cada pregunta, en las que los  enunciados sean lo más breves y claros posibles e incluso aparezcan las partes  más importantes subrayadas.

En  todos los casos es fundamental la motivación, premiar los logros y no penalizar  en exceso los errores, debemos tener muy claro que el TDAH es un proceso interno  del niño que lo supera y las actuaciones negativas que lleva a cabo no las hace  porque quiere sino que lo hace lo mejor que puede, nuestra tarea es ayudarlos a  que cada día sea un poco mejor y que los objetivos, como en cualquier otro niño,  con un adecuado trabajo y esfuerzo por nuestra parte sumado al suyo nos llevará  al éxito.

 

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